El negativismo es conocido por todos, está en todas partes, presente en el corazón de muchos. En todo ve el lado malo, la desventaja, la malicia, la tristeza, las prisas, los nervios, el trabajo, la depresión. Es fácil ver cómo funciona ese sentimiento y cómo atrae su similar: se cuela en la mente, engaña, hace creer al ser que tiene razón, que está al lado de la verdad, que no se deja ser fantasía y falso optimismo, que luego conduce al fondo de la lata, donde el reina el “No”, donde las barreras son mayores que los puros deseos del alma.
Si lo miras, es fácil ver que las cosas realmente no funcionan para pesimistas, por negativos. Parece que cuanto más decimos palabras negativas, pensamos negativamente o incluso convivimos con personas que nutren esta energía, las cosas van de mal en peor para nosotros. Mira incluso algo sobrenatural. Pero, ¿qué es sobrenatural después de todo?
Ahora bien, el positivismo es muy diferente, es más raro, es más teoría que práctica. Puede cambiar la vida de las personas. Siempre ve el lado bueno, el ventaja, bondad, sabiduría, alegría, el resultado, aprendizaje, realización, evolución Hay algo en común con las energías negativas: también atrae a los similares. Para experimentarlo, es necesario buscarlo, caer y levántarte sin pensarlo dos veces, alimenta buenos pensamientos, sé una persona del bien. La positividad es un logro diario, donde haces lo que amas, la como a ti te gusta, vives donde quieras, te relacionas con personas positivas y influye los negativos en el cambio de postura. La victoria está del lado de los positivistas. Las energías positivas a menudo se confunden con la felicidad, sentimientos muy cercanos. ¡Qué bueno es ver cómo las cosas funcionan! Contarcosas positivas para nosotros y para nuestro prójimo es una medicina para el alma.
Siempre existirán estos dos "equipos", y es parte de la vida decidir a diario e qué lado estaremos. No es fácil tener pensamientos positivos cuando las cosas parecen ir de mal en peor, pero rendirse no es parte del vocabulario de los ganadores, y mirar hacia atrás es, la mayoría de las veces, una gran pérdida de tiempo. La vida está aquí y ahora, y vivir positividades no tiene precio, no es algo para comprar.
Viva la felicidad y el positivismo.
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