Después de unas pocas docenas de años, me di cuenta de que la vida está hecha de altibajos y no hay forma de evitarlos. Mantener la positividad siempre alta no es posible y de cierta manera no recomendada. Para saber y reconocer el bien uno debe experimentar el mal.
La vida es un equilibrio y, a veces, un desequilibrio. Para algunas personas el equilibrio funciona, para otros no.
Reír es bueno, pero reírse de todo es desesperación. ¿Vale la pena engañarse para ser feliz?
Muchas personas se engañan a sí mismas al querer no ver lo que está sucediendo frente a ellos. Que absurdo. ¡Que triste! Esta es una trampa contra nosotros mismos.
¿Es realmente necesario el dolor? Cuando sufrimos, tratamos de suavizar pensando que pronto pasará.
Entonces, ¿por qué pasar por eso? Algunos afirman estar aprendiendo.
Ciertos caballeros mayores de ochenta años dicen que lamentan no tener vivido algunas oportunidades, y otras de tener vivido todas. ¿Que consejo seguir? ¿Qué filosofía aplicar?
Seguir los consejos de nuestros antepasados es bueno. Seguir tus pasos siempre es correcto? ¿Es la sangre de la misma sangre más especial? El viejo dicho dice que hay un amigo más cerca que un hermano.
Pensar en el futuro es importante. Vivir el presente es vivir completamente (Carpe Diem) ¿Y cuándo chocan las ideas? ¿Cómo combinarlos?
Todas las personas son únicas, diferentes, especiales. Hay gente que no tiene nada bueno. Tenemos cualidades unicas. Nada se crea, todo se copia. Nosotros somos frutos del medio? ¿Definitivamente?
Es necesario apostar: quien no se arriesga no merienda. Arriesguemos eso en que sentimos una energía especial (en un lenguaje más severo: seguir al corazón).
Tal vez sean los sentimientos, la intuición, el destino, dios.
Disfruta los buenos momentos.
Nenhum comentário:
Postar um comentário