sexta-feira, 21 de agosto de 2020

Movimiento hippie

 El movimiento Flower Power, seguido del movimiento Hippie, fue algo extraordinario que sucedió en nuestra historia contemporánea después de la Revolución industrial, que nos libró de vivir en este sistema capitalista que nos presiona hasta el día de hoy, y a vivir la filosofía del mayor amor por las personas que a los bienes.

La mayoría de los jóvenes de los años sesenta (y setenta aquí en Brasil) dejó de soñar o se desilusionó con la utopía hippie, gracias a muchos factores que se reducen a la realidad de la adaptación hippie al sistema capitalista, que fue muy salvaje con ellos.

Trabajar duro para pagar las facturas que los medios y la cultura del consumidor nos empuja, sin siquiera tener tiempo para pensar, o incluso analizar si debemos o no comprar ese producto o servicio que ya hemos pagado toda nuestra vida, y eso ya está comprometido con los beneficios que nos llevan de nuevo al trabajo y la búsqueda de ganancias, y que rara vez quita lo que tenemos más valioso: el tiempo. Tiempo que debemos usar divertiendose, intercambiando ideas agregadas, obtenendo nuevas experiencias, viajando, disfrutando de nuestros deportes y pasatiempos, pasando con nuestra familia y amigos.

Pocos han podido equilibrar la filosofía hippie con la filosofía capitalista en las sociedades alternativas existentes, o en sociedades convencionales, y que hasta el día de hoy continúan predicando desprendimiento de bienes materiales, moda, tendencias, consumismo y buscando la evolución del alma. Y gracias a esta minoría de cabezas pensantes que hoy podemos tener acceso a esta filosofía que ciertamente no murió y fue un sueño, no solo para la juventud que busca cambiar el mundo pero para todos aquellos que tienen el alma contendiente, que busca vivir totalmente libre, haciendo lo que quiere conscientemente.

Necesitamos salir a la carretera, ampliar nuestros horizontes, crecer. Cierrarnos en nuestro pequeño mundo, con nuestro conocimiento limitado y nuestros vecinos, nos lleva a la autocomplacencia; y lo peor de todo es darse cuenta al final de vida que teníamos mucho miedo de experimentar sensaciones, aromas, visiones y sonidos que nunca podremos probar.

La filosofía hippie vive dentro de todos nosotros (por lo menos un poco).

¡Necesitamos paz y amor, necesitamos liberación!


Nenhum comentário: