sexta-feira, 21 de agosto de 2020

Saber que nada sabe

 ¿Cómo enfrentar el hecho de que no sabemos nada? ¿Cómo es la vida de quien sabe que no sabe nada? Saber que no sabes nada es como ir a una prueba y después de analizar mucho esa pregunta, piense en más de diez opciones de respuesta y termine o elija uno de ellos sin parpadear o simplemente sin escribir nada, dejando el espacio de respuesta en blanco.

En la vida real, donde las cosas suceden y no hay vuelta atrás, donde todo tiene consecuencias, donde pesa el miedo a cometer errores, dudas, las cosas volvense más complejas cuando tenemos la convicción de nuestra ignorancia como animales mamíferos que somos. El videojuego no compara nada con la vida, porque en un simple reinicio, o incluso después de que termine el juego todo vuelve al principio sin la más mínima burocracia: fantasía de que el ser humano creó para sí mismo como un "escape" de las dificultades reales de la vida cotidiana.

Ler a los autores clásicos, discutir temas complejos en universidades y postgrados, ler revistas especializadas, mirar medios cargados de contenido, se parece más a un mono que quiere quitarse todos los plátanos y llevarlos en sus brazos a casa, y solo entonces darse cuenta de que o elegi algunos para comer, o los perderá todos en el camino cuando necesite usar sus brazos. Necesitamos tomar decisiones, arriesgarnos, seguir adelante, similar a jugar en la lotería. Confiado, esperanzado, optimista.

Cuando sabemos que no sabemos nada, estamos tentados a permanecer en el mismo lugar, sin tomar decisiones, silencioso para no decir nada estúpido. La incertidumbre asusta. Sin  embargo, detenido no hay resultado, no hay nada nuevo. Un mar sin olas.

Busca conocimiento, evolución, pero no olvides decidir, actuar, conquistar, ganar, vivir. No hay victoria sin pelea ni apetito sin riesgo


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