Mientras reflexiono sobre las noticias de que mi ciudad estaba en el podio, como uno de los que tiene el mayor número de suicidios, pensé en las percepciones que estas personas poseen de la vida. Lo que realmente lleva al ciudadano a prestar atención contra tu propia vida? ¿Es posible escapar de esta trampa? ¿Hay el lado bueno de esto?
Nuestra sociedad, con sus políticas, modelos e influencias, ha estado presionando la vida de muchos jóvenes. La presión para seguir caminos ya establecidos es impresionante y nos lleva a creer que somos realmente improductivos, anormales e inferiores, cuando no los copiamos, y nos jugan ignorantes. Los seres humanos se cuestionan mucho más a través de estas presiones, hasta decidir que tu vida no vale la pena.
Dado que tuvimos la oportunidad de vivir en este planeta, entonces deberíamos tratar de disfrutar la mayor cantidad de cosas buenas posibles y teniendo en cuenta siempre el lado positivo de las situaciones que experimentamos. Querer dejar de vivir es desperdiciar los buenos momentos de la vida y los placeres que ella te puede proporcionar. Lo que existe después de la muerte no sabemos cierto, y hay numerosas tesis sobre el tema, lo que significa que nadie ha regresado de ahí para contarnos. Por lo tanto, es necesaria una reflexión seria sobre el tema.
Lo bueno de los suicidios es que las personas actualmente tienen la oportunidadde elegir vivir largo y saludable o morir en ese mismo tiempo por razones adversas. Antes de que uno muriera por guerras, por epidemias que plagaron naciones, debido a la precaria salud pública, entre otros factores. Tenemos mucho que mejorar, pero ha habido una evolución en ese sentido. Y otro: si alguien piensa que su vida es basura, que es así malo que no merece vivir, que realmente da espacio y oportunidad para alguien más, ya que muchos no lo tienen y sueñan con tenerlo.
Elija para una vida bien vivida.
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